A principios de este mes, un miembro del personal de una escuela secundaria en South Gate, California, vio algo inusual en el campus. Una pila de artículos desechados se había acumulado en el estacionamiento durante la limpieza de fin de año, y el educador desprevenido se sorprendió al ver que se movía una tarde.

Unos segundos después, una cabeza apareció sobre el montón de basura, y un animal con forma de trapeador corrió hacia el estacionamiento.

La pobre perrita estaba enmarañada, sucia y cubierta de basura. Asustada, huyó del miembro del personal y se escondió fuera de su alcance.

Afortunadamente, el miembro del personal, que nunca la había visto antes y no tenía idea de cuánto tiempo había estado viviendo en el montón de basura, decidió de inmediato salvarla.

“Nunca hubieras sabido que estaba allí”, escribió en Facebook Suzette Hall, fundadora del centro de rescate de perros Legacy 29 de Logan. “Gracias a Dios, asomó la cabeza y un maravilloso trabajador de la escuela se dio cuenta de que estaba allí”.

Cuando Hall recibió una llamada de la educadora sobre un perro asustadizo que vivía en un montón de basura, ella y un equipo de voluntarios acudieron rápidamente a la escuela. Los rescatistas rodearon el montón de basura con puertas para bebés e intentaron sacar al cachorro asustado.

“La enterraron debajo de uno de los viejos sofás”, escribió Hall. “Le llevó tiempo, pero… apareció y asomó su cabecita”.

En poco tiempo, el perro, que más tarde sería llamado Patsy, salió del montón de basura y permitió que los rescatistas le pusieran una correa alrededor del cuello.

“Esta dulce bebé estaba lista para estar a salvo, lista para recibir algo de amor”, escribió Hall. “Estaba lista para salir de la basura”.

Los rescatistas colocaron a Patsy en la trampa para perros de Hall antes de llevarla al Camino Pet Hospital para una evaluación completa. Sabían que había estado viviendo en la basura durante un tiempo, pero les rompió el corazón descubrir cuántos artículos desechados estaban atrapados en su pelaje enmarañado.

“La pila de basura estaba formada por muebles, papeleras, lámparas viejas y apilada a una altura tal que la pobre bebé tenía velcro enterrado en todo su pelaje”.

Los nuevos cuidadores de Patsy en el hospital decidieron afeitarle la mayor cantidad posible de pelo y pronto parecía un perro completamente diferente.

Después de que se completó su cambio de imagen improvisado, el equipo veterinario evaluó su salud. La pobre perrita estaba deshidratada y tenía la piel irritada, pero sus dolencias eran tratables.

Han pasado algunos días desde su rescate y Patsy se siente mucho mejor ahora. Con líquidos intravenosos y el cariño constante del equipo veterinario, se espera que se recupere por completo pronto.

Hall espera encontrarle a Patsy un hogar permanente cuando esté lo suficientemente sana. Hasta entonces, seguirá maravillándose con la joya especial que ayudó a excavar de un montón de basura.

“Definitivamente hemos encontrado un tesoro en la basura”, escribió Hall en Facebook. “Te amamos, Patsy”.